Encaminándonos hacia el Año Jubilar Lebaniego 2023
lunes 10 abril 2023Nos encontramos a escasos días de dar inicio al Año Jubilar Lebaniego 2023, un emocionante capítulo en la historia de Cantabria en la que se celebra con fervor uno de los grandes acontecimientos que marcaron para siempre la tradición y cultura no solo de una comunidad, sino de un país.
El día 16 de abril se conmemora la festividad de Santo Toribio, personaje histórico procedente de Astorga y artífice de tal magna celebración, ya que fue el portador del Lignum Crucis, o lo que es lo mismo, el trozo de la cruz de Cristo más grande conservado en la actualidad, traído a Liébana en el siglo VIII junto con sus restos, concretamente al cenobio elegido dos siglos atrás por otro monje homónimo y natural de Palencia. El monasterio no solo fue (y sigue siendo) el centro de acogida del Lignum Crucis, también fue el lugar de nacimiento de una de las obras de mayor relevancia histórica en la Edad Media, los Comentarios al Apocalipsis de San Juan, ideado por el abad lebaniego Beato, defensor de la ortodoxia española frente a la herejía adopcionista de Elipando de Toledo e impulsor del Apóstol Santiago como patrón de España, promulgado como tal en su poema O Dei Verbum.
Foto: Fundación Camino Lebaniego
Estas son solo algunas pinceladas históricas que fueron conformando el rumbo que tomaría este Santo Lugar, que comparte el privilegio del Jubileo junto con las ciudades de Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela. Pero para entender el origen de esta tradición es necesario comprender el significado del término jubileo, proveniente de la palabra hebrea “yobel” y que hace referencia al cuerno del carnero que a veces se empleaba como trompeta, haciéndose sonar cada cincuenta años. Esto marcaba el inicio de un año dedicado especialmente a Dios e implicaba una fuerte influencia en la experiencia religiosa y social del pueblo de Israel. Esta palabra, al traducirse al latín “jubileus”, adquirió un matiz de alegría y esperanza.
Foto: Miguel de Arriba
La celebración del Jubileo en el monasterio de Santo Toribio se debe, como se ha mencionado anteriormente, a la presencia de los restos del obispo Toribio de Astorga y del Lignum Crucis, y fue reconocido mediante bula por el Papa Julio II en 1512 y ratificado tres años más tarde por el Papa León X. Entonces, el jubileo abarcaba ocho días: la fiesta de Santo Toribio, el 16 de abril, y los siete días posteriores. Pero es en el año 1967 cuando el Papa Pablo VI amplió la celebración durante todo el año y establecía el inicio del Año Jubilar cada vez que la festividad de Santo Toribio, el 16 de abril, cayera en domingo. Sin embargo, la fecha de celebración podría verse afectada por coincidir con las celebraciones de Semana Santa o Pascua, como ha ocurrido en otras ocasiones.
Foto: Fundación Camino Lebaniego
Este año damos la bienvenida al septuagésimo cuarto Año Jubilar Lebaniego, continuando con la conmemoración de los más de 500 años de peregrinación a este santo lugar ubicado en un entorno natural incomparable en pleno centro de la comarca, resguardado por los Picos de Europa y arropado por la variada y densa vegetación de sus valles. Desde la Edad Media, este lugar ha sido centro de peregrinaciones con identidad propia, una parada obligatoria por cuantos peregrinos dirigían sus pasos hacia Santiago de Compostela con el fin de descansar, curarse y adorar el Leño Sagrado y los restos de Santo Toribio de Astorga, a los cuales se les conferían poderes curativos y milagrosos. Podríamos decir que el monasterio de Santo Toribio de Liébana es un punto de convergencia de caminos, ya que desde aquí el peregrino puede continuar su andadura por la vertiente Leonesa, Vadiniense o Castellana que enlazará con el Camino Francés en su trayecto en dirección Santiago de Compostela, que, en su defecto, también se puede realizar a través del Camino de la Costa o del Norte. Esto convierte a Cantabria en la única región del mundo cristiano que cuenta con dos caminos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cada uno con su propio Año Jubilar.
Foto: Fundación Camino Lebaniego
Para muchos, el peregrinaje hacia su encuentro con la Cruz supone un gesto de amor y proximidad hacia Dios. Para otros, la satisfacción de alcanzar la cima de un camino lleno de espiritualidad, donde conectar con la naturaleza y encontrarse a sí mismo. Hay tantas razones como peregrinos que se aventuran a emprender su viaje por el Camino Lebaniego. Esta experiencia cobra aún mayor relevancia al realizarlo en el Año Santo, donde el peregrino tiene la oportunidad de cruzar la Puerta del Perdón, simbolizando la acogida y el abrazo de Dios a cuantos crucen su umbral. También es el momento de reunir las condiciones que otorgan la indulgencia plenaria, es decir, el perdón de todos los pecados. Para ello, se pide rezar un Padrenuestro, como señal de que queremos volver al Padre. A continuación, rezar el Credo, como signo de renovación de la fe. También hay que confesarse y comulgar el mismo día o quince días antes o después, como signo sacramental del perdón de Dios. Por último, se pide una oración por el Papa como seña de unión entre los fieles.
Foto: Natalia Magdalena - Fundación Camino Lebaniego
Este acontecimiento volverá a demostrar la grandeza de esta pequeña región que forma parte de una tierra infinita, donde sobresale la calidad de sus gentes, su rica cultura y la emotiva historia que nos une. Una Tierra de Júbilo que ofrece un patrimonio intangible de un valor excepcional en consonancia con los apreciados bienes monumentales que jalonan los rincones del Camino Lebaniego.
Artículo: Fundación Camino Lebaniego - Sandra Jiménez