Potes, una capital con mucho encanto
viernes 16 junio 2023El Camino Lebaniego es un vehículo para dar a conocer un territorio desconocido para muchos y quizá algo familiar para otros. Recorrer estas tierras a pie para los que pertenecemos a la tierruca resulta revelador, pues se disfruta con otra perspectiva, se aprecian más los detalles, se respira un ambiente diferente… Descubrimos la verdadera esencia de Cantabria. Este Camino recorre un espacio lleno de joyas naturales y patrimoniales, y, en varias ocasiones, estos dos alicientes confluyen en un mismo lugar.
Uno de esos lugares, del que hablamos a continuación, es Potes, la capital de Liébana y parada previa al monasterio de Santo Toribio de Liébana. Potes es uno de esos pueblecitos con encanto a los que uno siempre desea regresar. Una villa llena de historia, cuyos rincones, sus calles y sus fachadas emanan aires medievales que nos transportan a otra época. Además, puede presumir de estar rodeada de un paraje natural de excepcional belleza, ubicada en plena confluencia de los cuatro valles de la comarca bajo el abrazo de los enormes Picos de Europa y surcada por los ríos Deva y Quiviesa, cuyas aguas se reúnen en un solo cauce para dirigir su curso hacia el Desfiladero de la Hermida. De hecho, esta confluencia de ríos sorteados por los puentes de la villa dio origen a su nombre, proveniente del término prerrománico “Pautes”, que significa agua.
Villa de Potes. Foto: Fundación Camino Lebaniego
Comenzando la visita por su patrimonio arquitectónico, indudablemente, destaca la Torre del Infantado, la obra más representativa y sobresaliente de la arquitectura civil de Potes situada en el centro histórico. Por aquel entonces fue bastión de la villa y de toda la Comarca de Liébana, y hoy en día acoge permanentemente la mayor y mejor exposición de Beatos del mundo: “El cosmos de Beato de Liébana. Aquí comienza todo”, en que se trata la vida y obra del abad lebaniego, primer escritor cántabro y por ende español, desgranada en diversas plantas.
Este regio inmueble medieval, denominado Bien de Interés Cultural, ha sido escenario y partícipe de numerosas y sangrientas luchas, entre ellas, sirvió de reducto fundamental de defensa para los guerrilleros lebaniegos las 16 veces que los franceses entraron en la villa durante la Guerra de la Independencia. Más tarde fue destinado a ser cárcel y posteriormente Ayuntamiento de la Villa. Tiene su fundación atribuida a la familia Lama y en el siglo XIV perteneció a Don Tello, señor de Liébana, hermano del rey Enrique II e hijo de Alfonso XI. Posteriormente en el siglo XVI, la torre pasó a formar parte de la familia Santillana tras una serie de enfrentamientos por la posesión del señorío y, finalmente, quedaría en manos de los Duques de Osuna, quienes la vendieron en 1868.
Torre del Infantado. Foto: Fundación Camino Lebaniego
Otro de los inmuebles que resaltan es la antigua Iglesia de San Vicente, noble edificio del siglo XIV que actualmente es el Centro de Estudios Lebaniegos y Oficina de Atención al Peregrino. Esta construcción es una mezcolanza del estilo gótico tardío en su estructura y de la corriente vanguardista de su interior, en donde se celebran diversos eventos de carácter cultural. Tiempo ha fue lugar de acogida del Lignum Crucis en días señalados, haciendo repicar sus campanas para llamar al concejo. Al lado de ésta se edificó en el siglo XIX la nueva iglesia de San Vicente como respuesta al crecimiento demográfico de la villa que hacía insuficiente la iglesia antigua que, además, se encontraba en un estado ruinoso. En su interior destacan los importantes retablos barrocos del siglo XVIII procedentes del convento de San Raimundo, los dos grandes lienzos de los muros laterales que representan el “Cristo de Burgos” y la “Conversión de San Pablo” y en el altar mayor, la talla de San Vicente, patrón de la villa.
Centro de Estudios Lebaniegos. Foto: Fundación Camino Lebaniego
Como decíamos antes, Potes está cubierta por numerosos edificios históricos que se remontan a la Edad Media, y una manera diferente y curiosa de conocerlo es a través de la Ruta de los Escudos, un circuito cultural que nos conduce a través de casonas hidalgas y solariegas, construcciones civiles y religiosas que muestran en sus fachadas una herencia heráldica de gran interés.
En este enlace puedes conocer todos los escudos que componen esta ruta: https://ayuntamientodepotes.es/rutas-en-potes/ruta-de-los-escudos-2/
Al margen del paradigma cultural, otro de los puntos fuertes de este lugar es su exquisita gastronomía, muy ligada a los platos tradicionales que cuenta con productos muy variados y de gran calidad. Entre su oferta destacan la miel, los quesos, las carnes de vacuno, cordero o cabrito… Pero sin duda alguna, el plato por excelencia es el cocido lebaniego, un suculento manjar a base de garbanzos acompañado de una sopa, repollo, el relleno y el compango que hacen la boca agua, sobre todo en las épocas más frías. Tampoco podemos olvidarnos del orujo lebaniego, otro producto estrella de estas tierras que incluso cuenta con su propia fiesta particular festejada cada año el segundo fin de semana de noviembre.
Cocido Lebaniego. Foto: Fundación Camino Lebaniego
Hablando de festejos, en Potes, todos los lunes se celebra un mercado tradicional que se remonta al siglo XIII, el cual atrae a todos los lebaniegos y visitantes para intercambiar productos agrícolas. Además de este, en Potes se celebra otra antiquísima feria el 2 de noviembre, y es la Feria de Los Santos, considerada de las más importantes y a la que acuden cada año miles de personas para disfrutar de parte de la cultura e historia de esta comarca. Esta feria arranca hacia las 11h de la mañana con la tradicional "pasá" de ganado por la calle principal de Potes, para terminar en el recinto de "El Ferial", donde se exponen los animales. Además, este día se pueden encontrar en la villa varios puestos de venta y degustación de productos típicos de los valles lebaniegos y de las comarcas cercanas.
Feria de Los Santos: Foto: Fundación Camino Lebaniego/ Manuel Bahíllo
Está claro que Potes reúne grandes recursos para convertirlo en uno de los pueblos más turísticos de Cantabria, un compendio ideal de cultura, tradición, historia, gastronomía y naturaleza que hacen las delicias de cualquier visitante. Sin embargo, otro de los aspectos quizá menos conocidos pero que realmente marcan la diferencia a la hora de conocer esta villa y todo el entorno de la comarca lebaniega es a través de la total inmersión cultural del visitante mediante talleres de experiencias, dirigidos por los propios embajadores y guardianes de las antiguas tradiciones que, desgraciadamente, están desapareciendo. Una serie de actividades artesanales, de cantería, agroalimentarias, textiles, entre otros muchos más, se dan la mano no solo para mostrar su trabajo, sino también promover la protección y continuación de estas labores que dan identidad y carácter a esta tierra.
Puedes conocer más sobre esta iniciativa en este enlace: https://www.caminolebaniego.com/informacion-ultil-para-el-peregrino/mapas-folletos-y-publicaciones/experiencias-camino-lebaniego
Artículo: Fundación Camino Lebaniego/ Sandra Jiménez